El objetivo que se ha propuesto el sector exportador es adoptar lo más rápido posible la nueva norma -aún con la inexperiencia que hay sobre este tema en la uva de mesa- para no perder o minimizar el impacto en las exportaciones cuando las uvas ya se inició esta semana la cosecha. 'Hay que salir rápidamente de la queja y entrar en la acción para tratar de sacar la campaña lo más decorosamente posible'', sintetizó ayer Antonio Giménez, el presidente de la Cámara de Comercio Exterior de San Juan. ''Lo importante es que sí va a ser viable la exportación, y aunque con bromuración, es mejor que no exportar el 30% de la uva'', dijo y en cuanto al impacto sobre la exportación prevista (debida a la falta de infraestructura para desinfectar) agregó que ''diría que va ser menor de lo que se suponía''. Entre los que decidieron invertir en infraestructura para instalar una planta bromuradora móvil está la firma Expofrut, de Santa Lucia. ''Ya hemos empezado la obra porque veíamos que se venía esto y queremos mantener el mercado aunque Brasil sólo represente el 5 o 10% del volumen que comercializamos'', dijo el gerente, Emilio Busnelli, quien agregó que ofrecerán el servicio de bromuración al mercado sanjuanino de exportadores.
Por su lado, Maximiliano Turcumán, encargado de comercialización de la firma Leviand dijo que no instalarán bromuradoras móviles pero sí acudirán a contratar el servicio a los oferentes. ''Vamos a hacer lo posible para mantener los clientes brasileños'' y agregó que Leviand es la mayor exportadora de uva a Brasil con 1,2 millones de kilos. Pero también hay incertidumbre en algunos exportadores como el caso de ArgentiLemon, en Carpintería: ''tenemos intenciones de exportar, pero no sabemos cómo ni dónde bromurar'', dijo el representante, Fabián Macenco.
Fuente: Diario de Cuyo
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