miércoles, 23 de marzo de 2011

Guillermo Barzi Canale: "En fruticultura estamos como en 1999, al borde del colapso"


Guillermo Barzi Canale es uno de los empresarios más respetados de la región norpatagónica. Sobrio, racional, coherente, se muestra bien dispuesto a una conversación que intente echar luz a la coyuntura económica regional. Barzi es prácticamente el único que produce simultáneamente fruta de pepita y vinos, situación que lo coloca en un sitio privilegiado para ensayar un análisis. Socio fundador de Productores Argentinos Integrados y Presidente de la centenaria Bodega Humberto Canale, inaugura una serie de entrevistas a empresarios que ofrecemos a nuestros lectores.

por Susana Yappert para Fruticultura Sur

En plena vendimia, Guillermo Barzi recibe a Fruticulturasur en el establecimiento Humberto Canale. Inicia él la conversación. Quiere hablar de la comprometida situación que presenta la fruticultura valletana. Su análisis es pesimista: “la fruticultura está como en 1999, al borde del colapso y si no hay cambios estructurales el panorama de corto plazo es negro”. Cuando le toca hablar de viticultura su semblante cambia y la conversación se extiende serena, mientras atardece: “La viticultura sigue bien. El panorama es muy distinto y las perspectivas muy buenas, sobre todo para la región Patagónica”.
GB-La situación es delicada. Puedo garantir que en mi reencarnación no pongo una planta de frutas…
FS-De peras y manzanas, supongo, porque de viñas…
- Cuando reencarne me dedico a otro negocio. Nos gusta lo que hacemos, te sentís orgulloso cuando ves las plantas creciendo, cuando cosechás, pero cuando pasan los años y te empezás a preguntar para qué estás metido en esto, hay algo que no funciona. Es más lo que padecés que lo que disfrutás. La realidad es esta, estamos en un momento del ciclo económico en que te consume el tipo de cambio atrasado, con costos crecientes internos fenomenales, y honestamente te preguntás si seguís o no. Fijáte que nosotros estamos dentro de un proceso integrado muy bueno, que producimos como pide el mundo, hicimos absolutamente todos los cambios que requirió el proceso de modernización del sector, y salimos hechos. Y estamos hablando de buenas temporadas sin accidentes climáticos ni dramas grandes. Empresarialmente no es bueno. No somos altruistas.
- Productores, empresarios, técnicos, especialistas afirman hace décadas que el sector está mal, pero todos siguen aplicando recetas que critican dentro del mismo sector, a esta altura parece que la respuesta más que política es cultural ¿qué opina?
- Nosotros somos productores modernos, hicimos lo que teníamos que hacer para producir la mejor fruta del valle y los números no nos cierran. Para seguir invirtiendo tenés que ganar plata, estamos hablando de un negocio riesgoso. Ahora los conflictos se agudizan por la inflación, los obreros de la fruta tienen razón y yo soy el primero en defenderlos, quieren ganar más porque no les alcanza; pero lo que hay que discutir son las pautas por las que estamos donde estamos. No podemos ajustar por el salario, en esto soy racional.
- No creo que su afirmación represente cabalmente al discurso del empresariado local.
- Bueno pero el empresariado local con la política que llevó adelante al inicio de esta temporada, con la comunicación que llevó adelante tuvo el objetivo de hacerle ver al gobierno que urgía que el Estado tome medidas de protección para el sector y no las tomó. Le tenemos que dar lo que corresponde al trabajador pero tenemos que conseguir algo para cubrirnos porque el dólar está atrasado. Pedimos que saquen los reintegros, un poquito, un 5%, otro poco de derechos y no hubo caso, no conseguimos nada. Yo estoy convencido que con un pequeño toque en este sentido podría empezar a acomodarse la situación. Pero en el gobierno no están dispuestos a tocar las retenciones para nadie. Y si no hay inversión es porque no hay rentabilidad y si no hay rentabilidad hay problemas serios en el Valle. Te repito, creo que estamos como en 1999, al borde del colapso y si no hay cambios estructurales el panorama de corto plazo es negro”.
- ¿Y la crisis al interior de CAFI cómo se lee?
- No hay dudas que en CAFI hay intereses diferentes, están a la vista, los grandes grupos multinacionales tienen su lectura y los grupos como los nuestros, productores integrados, tenemos otra lectura. Cuando nosotros vamos a CAFI, vamos como productores a quienes no les llegó ayuda del Estado, como llegó para productores de 15 hectáreas, y nosotros somos productores que si bien estamos más cubiertos por el hecho de estar integrados, somos productores, estamos en la misma. Y si nos integramos fue por un enorme esfuerzo nuestro, el Estado no fue quién nos integró. Y dentro de PAI están, por ejemplo, los 80 productores chiquitos de la Primera Cooperativa, de modo tal que estamos hablando de un problema humano, más que un problema cultural o político.
- Algo que lo inquieta es que “nadie les cree a los empresarios” ¿por qué cree que esto sucede?
- Es así, no nos creen. Parte de esto es por el odio del gobierno contra el campo. El gobierno nacional no quiere ayudar a los empresarios frutícolas porque extiende ese odio hacia el empresariado local. También puede ocurrir que no nos creen porque hay personas que han hecho negocios sucios, pero no todos somos iguales. Seguís en esto porque te gusta, porque ves la productividad que tenés y porque plantaste con todo lo que ello significa. De otro modo sería más fácil salir de la actividad Es mucho el riesgo para la rentabilidad que tenés. Pero aún siendo productores, no comercializadores y nada más, no nos creen cuando decimos que el panorama es negro.
- Hay motivo en la historia para que no les crean a los empresarios, hay incluso oportunistas del momento que se meten en el negocio, que entran y salen, especulan y hacen negocios sucios, en este sentido hay que hacer ajustes ¿Qué opina del proyecto de hacer un Observatorio de precios?
- Sí, claro. Hay de todo en el negocio. Pero también hay personas de bien. Es cierto que cuanto más chico el productor, más indefenso y menos capacidad tiene de transformarse y queda fuera del sistema, ellos fundamentalmente quedan a merced de oportunistas del negocio, porque nosotros no le podemos comprar su fruta. Entonces nos vemos frente a un tema social. El chacarero que produce bien tiene margen para negociar, porque su fruta se la buscan; en cambio este otro, no tiene margen y aquí nos enfrentamos a un problema social al que el sistema debe dar respuesta. Pero, insisto, lo peor es que no nos creen, en Nación no nos creen, los obreros de la fruta no nos cree, los productores tampoco. Para todos somos los malos que nos quedamos con la plata y eso es terrible. Negociar desde esa convicción errónea, es terrible.
- ¿Cree que la solución son los subsidios o cree que estos subsidios son un modo de ganar rehenes de la política?
- Creo que a los pequeños productores inviables deberían darles una suerte de asignación productiva, porque así como está ahora de aceitado el tema de los subsidios, la política se aprovecha enormemente de esto. Entremos al marco económico de la actividad, cerca del 50% de la producción va al descarte ¡eso es una locura!. Hay algo que no funciona estructuralmente y acá no tienen la culpa los grandes monopolios, los empresarios malos. Acá hay problemas estructurales serios, como empresario debo decirte que la fruticultura como negocio es un disparate, y esto es grave. PAI exporta 3.5 millones de cajas de la mejor calidad y salimos hechos, eso es un gran disparate. Imagináte de ahí para abajo, cuanto más desprotegido está el productor, peor está. Hay problemas estructurales financiados por la política y todos sabemos que hay cierto sector que no puede seguir produciendo porque no lo hace bien, porque ya está en edad de jubilarse y no puede seguir produciendo fruta, que requieren de una asistencia social para poder seguir viviendo en la chacra pero haciendo otra cosa.
-¿Por dónde com enzar a transformar?
- Buscando respuestas distintas a las que se dan desde hace 20 años a esta parte, que son las mismas respuestas pero a problemas nuevos. Por eso estamos como estamos, seguimos arrastrando los mismos problemas, los mismos vicios y no hay actitud de cambio estructural. Hace años que seguimos con la protesta, seguimos con el subsidio y si a todo esto le agregamos elementos macroeconómicos negativos como la inflación y un dólar pisado, es una insatisfacción general del sistema.
- ¿Cree que es posible que un cambio en el escenario político provincial, traerá cambios para el sector?
- Veo que desde el radicalismo repiten una receta: creen que regulando el comercio con contratos pueden cambiar, pero yo digo que no es suficiente, cuando hablo de cambio estructural es algo más que una medida de este tenor. Yo no estoy muy metido en política local, pero tengo la impresión que puede ganar el PJ, tendremos que esperar, ver quién administrará esta provincia y escuchar las propuestas para evaluar.
- ¿Cómo se construye el bien común en el sector, cómo podría enderezarse la actividad de modo tal que todos ganen? ¿Cuál cree que debe ser el rol del Estado en esta tarea?
- Ante tanto silencio y falta de creatividad por parte del Estado provincial y nacional, creo que sería bueno que se hable más con empresarios, que en el relato de cómo está el valle aparezcan todos los actores, todos necesitamos que nos escuchen, no sólo al chacarero. Es importante que hablen con empresarios productores como los que integramos PAI, con historia, que nos integramos, que producimos fruta de calidad junto a productores medianos y pequeños.
Fuente: FS

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